En un momento dado, se unió la necesidad de hacer otras cosas a parte del punto de cruz y el tener que hacer un traje a Rubén para una función de teatro en el colegio.
No podéis imaginar como me quedé en el momento que me dijeron que tenía que ir con un traje de chaqueta negro y camisa blanca.
¡Un niño de 4 años con un traje negro!
Tenía claro que no lo iba a comprar para unos 20 minutos de función y traje negro no creo que lo hubiera encontrado; entonces no me lo planteé mucho... tela, patrón y manos a la obra, y todo sin saber tan siquiera hacer un zurcido.
Compré una máquina de coser de segunda mano a mi amigo Martín, COSE BIEN en la Avenida de Nuestra Señora de Fátima en Madrid, a parte de amigo de toda la vida todo un profesional, su mujer me dio una pequeñas indicaciones y a trabajar.
El patrón sacado de la revista PATRONES, de la que soy una habitual (aunque últimamente han bajado mucho la calidad).
Pues todo preparado y con 5 mamás que tampoco sabían como salir del atolladero hicimos un trabajo en cadena..., por llamarlo de alguna manera.
Yo corto el patrón y la tela, paso el pespunte y luego todas juntas yo les voy dando indicaciones de como tienen que hacer el hilván para luego pasarlo luego por la máquina.
El caso es que el traje salió, más bien salieron 6 trajes y aquí está la prueba.
Que guapos estaban todos, y lo mejor es que el traje parecía comprado y todo, jajajajajajaja.
Ya que me había atrevido y salido más o menos bien, comencé a hacer trajecitos a María, la pena es que no tengo una foto con el trajecito puesto.
Imaginar a una bebé de 2 años con la espalda al aire, estaba preciosa.
Anna
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